Graduale Triplex

Cuando abramos nuestro Graduale Triplex, pensemos que los neumas de Laon – los que están en tinta negra sobre el tetragrama – no son obra de un amanuense medieval, sino de una de las más queridas alumnas de Dom Cardine, la primera mujer que se doctoró en Canto Gregoriano en el Pontificio Istituto di Musica Sacra, Marie-Claire Billecocq. Nos acaban de comunicar su fallecimiento a los 87 años en su monasterio en Normandía. Junto a dom Rupert Fischer (†2001) monje en el monasterio bávaro de Metten quien copió los neumas de san Galo, entre ambos nos han dejado una herramienta fundamental para poder profundizar en la interpretación del repertorio gregoriano. Cada vez que veamos esos estilizados neumas del ms. 239 de la Biblioteca Municipal de Laon, pensemos en esta religiosa sonriente que, como dice Giovanni Conti en la nota necrológica que os adjuntamos, contribuyó de manera determinante a hacer que la generación de quien escribe estas líneas – también lo es la mía y de muchos de vosotros – y las generaciones siguientes, vieran el camino abierto para la conquista de un repertorio que, así, ha podido volver a los orígenes, a las fuentes. Descanse en paz.

Juan Carlos Asensio.


Necrológica escrita por Giovanni Conti.

Fallece en Francia la «madre» del Graduale Triplex.

Marie-Claire Billecocq muere a los 87 años en su monasterio de Normadía.

Todavía conservamos en la memoria su sonrisa y su energía. La recordamos así, infatigable ejemplo de fidelidad al Canto Gregoriano, su compañero durante toda la vida. En su monasterio de La Chapelle Viel en Francia, al final de la tarde de hoy, lunes [31 de agosto de 2020], se ha unido a la multitud de las voces celestes Marie-Claire Billecocq. Vivió su última aparición pública en marzo del pasado año, a la vez huésped y protagonista del Congreso organizado por la AISCGre italiana para celebrar los 40 años del Graduale Triplex. Ese mes de marzo de 2019, ella, que estuvo en el origen de la publicación con la triple notación, no había renunciado a nuestra invitación, que la había colmado de alegría. Junto con los reunidos en Asís, pudo rememorar primero las etapas de su formación romana con Eugène Cardine, extraordinario padre de la Semiología gregoriana, y posteriormente su experiencia como co-fundadora de nuestra asociación al comienzo de los años 70 del siglo pasado, y como autora de una parte esencial del libro que abrió el camino hacia un cambio total de la relación entre el intérprete y las fuentes manuscritas.

Siendo la primera mujer en doctorarse en Canto Gregoriano en el Pontificio Instituto de Música Sacra, estimuló en 1979 a la entonces joven Asociación Internacional para el Estudio del Canto Gregoriano para que transformara el nuevo Graduale Romanum, publicado en 1974, en la que fue y sigue siendo una labor científica de una enorme magnitud: el Graduale Triplex, que revolucionó la aproximación al estudio del Canto Gregoriano al colocar junto a la tradición de la escritura cuadrada el dato irrefutable de la antigua fuente manuscrita, objeto de análisis paleográfico y semiológico, provocando un inmediato y fuerte cambio en la praxis interpretativa. La novedad – herencia de la experiencia desarrollada por Eugène Cardine en primera persona y compartida con Luigi Agustoni – consistió en escribir sobre cada tetragrama los antiguos neumas del Códice 239 de la Biblioteca Municipal de Laon y los neumas extraídos de algunos manuscritos fundamentales de la familia sangalense. De este modo se aportaba un nuevo método científico, no sólo litúrgico, a los instrumentos de estudio usados por entonces, siguiendo los pasos de la experiencia visionaria y clarividente que Dom Cardine había iniciado con su Graduel Neumè. A partir del proyecto de la AISCGre, Dom Jean Claire, por entonces maestro del Coro de la Abadía de Solesmes, fue el primero en apoyar la tarea de impresión realizada más tarde por la casa editorial del monasterio francés, estableciendo así un fuerte vínculo con el contexto solesmense que perdura en nuestros días. En nombre de la AISCGre trabajaron concretamente Rupert Fischer (Metten – Baviera), fallecido en 2001, que trabajó en los neumas de los manuscritos sangalenses, y nuestra inolvidable Marie-Claire Billecocq, que transcribió los neumas del manuscrito de Laon. De ella recordamos también la inagotable iniciativa científica y musical que, en los ambientes eclesiásticos caracterizados entonces por un cierto machismo latente, le causó no pocos sufrimientos. Si bien ya han sido superadas por la investigación, quedan como testimonios históricos sus grabaciones, entre las que destaca por su originalidad «Le chant grégorien du soliste», publicada en Francia primero en vinilo de 33 revoluciones y después remasterizada en CD. Fueron múltiples sus colaboraciones con coros, grupos de música antigua y scholae de Francia, Países Bajos y Suiza, países con los que tenía un vínculo especial. También fue docente invitada en las primeras ediciones de los Cursos Internacionales de la AISCGre italiana, organizadas hace más de 40 años, y fue brillante investigadora, presentando en congresos internacionales sus trabajos en este contexto.

Con ella se va un trozo de la historia de nuestra Asociación. Con su desaparición y la de los que la han precedido, se cumple un paso más hacia la clausura de un ciclo extremadamente importante en la actividad de la AISCGre en varios frentes. Personaje fuerte en términos científicos y, a la vez, capaz de conquistar con su dulzura en las relaciones humanas.

Nos gusta recordarla así, como quien ha contribuido de forma determinante a lograr que la generación de quien escribe estas líneas, y la de quienes siguen detrás, tuviesen el camino despejado para conquistar un repertorio que – precisamente gracias a quien nos ha precedido – ha podido volver a su origen, a las fuentes.

Nos gusta recordarla así, determinada y segura de haber encarnado un papel que, como el de Fischer y Cardine, no ha tenido igual.

Nos gusta recordarla así, sonriente en Asís el año pasado, feliz de volver a vivir los momentos más importantes de su carrera de gregorianista, agradecida por no haber sido olvidada y por haber tenido la ocasión – con nosotros la última – de hablar de un trabajo cartujano que ha cambiado completamente los estudios gregorianos.

Gracias, Marie-Claire, sigue cantando con nosotros y por nosotros la única melodía que hace de la Palabra de Dios un diálogo que es agradable a Dios.